Cambiar a un colchón con más soporte es uno de los mejores métodos para obtener alivio si sufres molestias crónicas. Es posible que te encuentres con camas etiquetadas como «colchones ortopédicos» mientras buscas el mejor colchón.
Una cosa que debes saber al respecto, es que actualmente no existen normas que rijan la terminología que pueden utilizar los fabricantes de colchones. Tampoco existen regulaciones oficiales para definir lo que califica como un colchón ortopédico. Como resultado, puede ser difícil determinar si estás comprando un colchón con más soporte.
A continuación te explicamos qué es un colchón ortopédico, y cómo puede ayudarte a dormir mejor.
¿Qué son los colchones ortopédicos?
Los colchones ortopédicos están diseñados
Lo anterior es importante, ya que la alineación saludable de la columna durante el sueño, puede promover la curación, un sueño más profundo y reducir el dolor en ancianos, atletas, personas con dolor crónico y aquellos que se recuperan de una lesión.
Como hemos dicho antes, no existen pautas para determinar qué constituye un «colchón ortopédico». Los expertos normalmente recomiendan colchones de firmeza media a media. Debido a que no son ideales para todos los hábitos de sueño y tipos de cuerpo, los colchones ultrasuaves y extra firmes generalmente no se denominan colchones ortopédicos.
Los colchones de firmeza media brindan la comodidad más universal y con frecuencia se recomiendan para personas que duermen de lado, de espalda, así como para personas que pesan entre 60 y 100 Kg en promedio. La combinación de soporte y amortiguación de un colchón de firmeza media, asegura que las articulaciones se acunen y se evitan los puntos de presión. La ligera rigidez, por otro lado, mantiene las caderas y los hombros elevados y la columna vertebral en posición neutral.
Por lo tanto, las personas que sufren de dolor de espalda y las personas que pesan más de 100 Kg deben optar por un colchón ortopédico de firmeza media. Para evitar el hundimiento excesivo y la desalineación de la columna, este tipo de colchones son un poco más firmes que un colchón tradicional.
Tipos de colchones ortopédicos y sus beneficios
En base a lo que ya hemos mencionado, un colchón ortopédico podría ser en realidad cualquier tipo de colchón. Sin embargo, para el tratamiento del dolor, los colchones de espuma viscoelástica, espuma de látex, e híbridos, son las más populares.
Colchones viscoelásticos
Los colchones viscoelásticos se adaptan a la forma de tu cuerpo, proporcionando amortiguación y apoyo en todas las zonas. Esto se debe a que la espuma viscoelástica mantiene su flexibilidad y se adapta a tus articulaciones a medida que cambias de posición.
Este tipo de colchones ortopédicos se recomiendan con frecuencia a las personas que sufren de dolor crónico porque su “flotabilidad” ayuda a enderezar la columna y el contorno profundo minimiza los puntos de presión cerca de las articulaciones.
Colchones ortopédicos de látex
Los colchones viscoelásticos y de látex son similares. Sin embargo, los colchones ortopédicos de látex, tienen un poco más de rebote que la espuma viscoelástica, por lo que son ideales para el soporte de la columna. Además, los colchones de látex están disponibles en una variedad de firmezas, pero debido a su flexibilidad, es mejor un colchón látex de firmeza media.
Colchones híbridos
Los colchones ortopédicos híbridos se caracterizan por tener una capa superior de 2 a 3 pulgadas, que generalmente está compuesta por espuma viscoelástica o de látex. Una base de bobina embolsada se encuentra debajo de la capa superior.
Además, los muelles en un colchón híbrido se mueven de forma independiente en lugar de como una unidad. Debido a su estructura, los colchones híbridos tienen menos transferencia de movimiento y pueden ajustarse mejor al cuerpo.
¿En qué debemos fijarnos al comprar un colchón ortopédico?
Las articulaciones de la cadera y los hombros soportan la mayor parte del peso de nuestro cuerpo cuando estamos acostados en la cama. La fricción puede acumularse en estos lugares si dormimos sobre un colchón firme, causando puntos de presión dolorosos.
Como resultado, para ser considerado como «ortopédico«, un colchón debe tener algo de flexibilidad, lo que significa que estas áreas sensibles deben ser acolchadas. Sin embargo, el colchón no debe ser demasiado blando al punto que las caderas y los hombros caigan y la columna se arquee.
Los colchones ortopédicos brindan la cantidad adecuada de amortiguación y apoyo para mantener la columna vertebral en una posición neutral. Adicionalmente, un colchón ortopédico de calidad, debe distribuir correctamente el peso corporal para que la columna vertebral permanezca segura.
Si una sección de nuestro cuerpo se sumerge demasiado en la cama, la columna vertebral puede verse forzada a adoptar posiciones poco naturales. Como resultado, se puede generar presión y tensión en los músculos de la parte inferior de la espalda.
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